Autora: Anggie Alcendra. Estudiante de Maestría de Trabajo Social Clínico de la Universidad Ana G. Méndez.
La salud mental ha sido renombrada a lo largo del tiempo en diversos contextos, sin embargo, muchas personas aun cuando desean ir mas a profundidad con ella no la entienden o no saben como alcanzarla. El día a día, las obligaciones diarias, la prisa, la cotidianidad, y la distracción, muchas veces no dejan un espacio oportuno para repensar acerca del significado y la importancia que tiene el bienestar emocional, psicológico y social que una persona necesita en su vida y es a lo que se refiere poseer salud mental.
La salud mental está influida por la forma de pensar, sentir y actuar, se define como un estado de equilibrio que permite a las personas desenvolverse con tranquilidad y facilidad en su entorno, además de enfrentar adversidades con mayor resiliencia y sentirse fortalecida para mantener relaciones sanas buscando siempre la plenitud.
Para la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es un estado de bienestar que permite a los individuos enfrentarse a los momentos de estrés de la vida, de desarrollar sus habilidades y de aprender a manejar a adecuadamente sus emociones además de aportar a su comunidad. La salud mental es un derecho humano, es esencial trabajar para mantenerla ya que ella promueve el desarrollo y la realización personal.
Funcionar efectivamente en diferentes ámbitos no necesariamente indica el goce de salud mental; la mujer como punto central en este artículo, es referida actualmente como “multitareas “con una alta expectativa por parte de la sociedad para que demuestre sus capacidades ante las responsabilidades básicas tanto del hogar como de su entorno laboral. Los cambios sociales que han surgido en los últimos tiempos, también and requerido la incorporación de la mujer en el mercado laboral, sin embargo, no han disminuido sus responsabilidades tradicionales en el hogar. Haciendo de esto una gran carga física y mental.
El estrés y la desigualdad de género también, juegan un papel fundamental ya que la sobrecarga de tareas, responsabilidades conlleva a un agotamiento y estrés crónico que a pesar de todo es requerido que tenga una rápida recuperación para continuar con sus responsabilidades. El impacto de esta acumulación de estrés, de expectativas, de presión interna y social ha desembocado en diversos problemas de salud mental tales como la ansiedad y la depresión haciendo que la mujer se sienta aislada, poco asistida y en riesgo de deteriorar aún más su salud mental e impactar negativamente a sus seres queridos o dependientes.
El estrés es una condición dinámica por la que la persona atraviesa y puede tomarse como una oportunidad o como una restricción cargada de exigencias. Todo depende del manejo y de la forma en cómo se percibe (Schuler, citado por Robbins, 1980)
Es por ello, la necesidad de crear un equilibrio, utilizando los factores de protección y las habilidades propias para fortalecerlas y desarrollarlas y así poder construir un armario cargado de herramientas sencillas pero útiles que permitan mantenerse en un estado saludable y en caso de tener algún riesgo de recaída poder levantarse utilizando objetivamente estas recomendaciones:
1. Seleccionar un espacio de calma: Busca un espacio en silencio que pueda permitirte aislarte unos minutos del ruido, de todo aquello que te abruma y te cause estrés. Siéntate y cierra los ojos y observa con calma los pensamientos y déjalos pasar uno a uno sin juzgarlos ni quedarte en ellos solo obsérvalos, permite que el silencio llegue y toma un respiro.
2. Actividad física al aire libre: las caminatas al aire libre desencadenan una sensación de bienestar, que incluso promueven el aumento de la autoestima y el buen humor.
3. Pausas de Bienestar mental: Detente unos 2 a 5 minutos durante el día trata de estirarte lo mas que puedas, respira profundo y toma agua.
4. Crea un “kit de las emociones”: En una caja incluye pelotas anti estrés, colores, libro de adultos para colorear, olores agradables, materiales suaves que puedas acariciar y te provean sensación de tranquilidad, utilízalo cuanto te sientas abrumada.
5. Establece una rutina de sueño consistente: Fijar horarios para acostarse y levantarse. Desarrollar actividades relajantes antes de dormir como tomar un baño, aplicar lociones relajantes, poner música suave y bajar la intensidad de las luces.
6. Practica las técnicas de relajación, trabaja la respiración profunda. Existen diversas apps que incluso te van guiando.
7. Conéctate con otras personas, establece una red de sostén, de amistades y familiares con quien contar al momento de necesitar un tiempo para ti.
8. Limita el uso de dispositivos antes de dormir, e incluso leer tantas noticias catastróficas y estresantes. Plantéate un limite de uso de las redes.
9. Busca ayuda profesional. La terapia puede ayudarte a explorar y abordar la situación con herramientas individuales bien definidas que te permitirán mejorar progresivamente.
La responsabilidad como madre, el estudiar, trabajar y querer superarse forman parte de las fortalezas de la mujer; Pese a ello, muchas veces llega el agotamiento físico y emocional que no permiten continuar con los roles que orgullosamente desenvuelven. Por tal motivo, es de vital importancia abordar a tiempo el tema de la salud mental para continuar con un óptimo funcionamiento y lograr las metas establecidas que en un futuro mostrarán los frutos, beneficios y las satisfacciones.
Referencias
Mayo Clinic, 2024. Métodos para Aliviar el Estrés: Consejos para dominar el estés. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-relievers/art-20047257
Organización Mundial de la Salud, 2022. Salud Mental: fortalecer nuestra respuesta. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
Schuler, (1980), citado por Robbins Organizacional behavior and human performance. http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=253711&pid=S2077-
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